El Miercoles pasado fue duro. Por problemas laborables sólo quedamos 3 y a distintos horarios. Además, aumentamos un poco la distancia recorrida y reconocimos otro cacho del anillo. Marcos y Raúl quedaron en el CIEMAT, como otras veces, y subimos por la Dehesa de la Villa. Cruzamos Bravo Murillo y bajamos hasta el Bernabeu. Otra subidita hasta Serrano, y continuamos hasta Arturo Soria, luego Silvano, y por fin llegamos al área de descanso del kilómetro 7,5 donde se uniría Jose:
Pero no pudo ser. Cuestiones laborales. Así que hicimos tiempo por el parque Juan Carlos I, y nos encontramos al otro lado de la nacional 2. De allí, ya juntitos recorrimos otros 10 kilómetros a buen ritmo de dominguero nivel avanzado. Una vez pasada la avenida de la Albufera continuamos por toboganes hasta que encontramos una bajada bastante prolongada, antes de la avenida de Entrevías. Ahí decidimos volvernos, primero, porque seguimos siendo domingueros; segundo, porque se hacía tarde y de noche; y tercero, porque empezaban a fallar las fuerzas y todavía nos quedaba la vuelta. Marcos y Raúl dejaron sólo a Jose a la altura de Vicalvaro, para meterse por Doctor García Tapia y atravesar por la Elipa. He de reconocer que nos perdimos y por pringados dimos más vuelta. Al final, mi cuentakilómetros marcaba 60 kilometracos. Jose esprintó hasta Sanchinarro, porque tenía cena y llegaba tarde, haciendose unos 45 kilómetros. Por poco se le caen los huevos, no por el sprint, si no porque la parienta le estaba esperando.
Pero no pudo ser. Cuestiones laborales. Así que hicimos tiempo por el parque Juan Carlos I, y nos encontramos al otro lado de la nacional 2. De allí, ya juntitos recorrimos otros 10 kilómetros a buen ritmo de dominguero nivel avanzado. Una vez pasada la avenida de la Albufera continuamos por toboganes hasta que encontramos una bajada bastante prolongada, antes de la avenida de Entrevías. Ahí decidimos volvernos, primero, porque seguimos siendo domingueros; segundo, porque se hacía tarde y de noche; y tercero, porque empezaban a fallar las fuerzas y todavía nos quedaba la vuelta. Marcos y Raúl dejaron sólo a Jose a la altura de Vicalvaro, para meterse por Doctor García Tapia y atravesar por la Elipa. He de reconocer que nos perdimos y por pringados dimos más vuelta. Al final, mi cuentakilómetros marcaba 60 kilometracos. Jose esprintó hasta Sanchinarro, porque tenía cena y llegaba tarde, haciendose unos 45 kilómetros. Por poco se le caen los huevos, no por el sprint, si no porque la parienta le estaba esperando.
2 comentarios:
que valientes semooooos
Y que blandos
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